viernes, 30 de abril de 2010

La comunidad inmigrante prepara una protesta masiva para exigir reforma

WASHINGTON (EFE) — La comunidad inmigrante de Estados Unidos tiene un llamado para protagonizar mañana una protesta masiva en 70 ciudades de ese país ante el futuro incierto de una reforma migratoria federal y en oposición a la ley de Arizona.
El 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, aunque Estados Unidos tiene su propia celebración en septiembre, capitalizará este año la furia de los inmigrantes y su lucha por una reforma migratoria que legalice a los más de 10 millones de indocumentados del país.
Ciudades como Los Ángeles (California) y Dallas (Texas), los dos estados donde reside la mayor parte de la comunidad latina en Estados Unidos, esperan manifestaciones de más de 100,000 personas, según fuentes policiales.
En Los Ángeles, el Departamento de Policía comunicó que no cuestionará sobre su estatus migratorio a los manifestantes y que prepara un gran dispositivo de seguridad para evitar los incidentes del 1 de Mayo de 2007, cuando hubo enfrentamientos entre agentes y manifestantes.
Otras grandes ciudades como Chicago y Washington preparan concentraciones y marchas con líderes políticos. En el caso de la capital estadounidense, las manifestaciones se realizarán frente a la Casa Blanca.
Pero la frustración cada vez mayor de la comunidad hispana e inmigrante tendrá como epicentro Phoenix, capital de Arizona, donde en tres meses puede entrar en vigor una ley que hace de la inmigración ilegal un delito.
En este estado fronterizo del sur, policías locales podrán preguntar por el estatus migratorio a cualquier persona que parezca "sospechosa" de estar en Estados Unidos de manera ilegal, una función sólo atribuida a agentes del gobierno federal, y se penalizará a quienes transporten o den trabajo a un indocumentado.
La dureza de la ley de Arizona, criticada incluso fuera de las fronteras de Estados Unidos, es, de hecho, el gran estimulante de un debate sobre una reforma migratoria que parecía muerto hasta hace un par de semanas.
Arizona sirvió para aglutinar a la comunidad inmigrante y sus defensores con una avalancha de comunicados de condena, desde organizaciones pro inmigrantes, defensores de derechos humanos, gobiernos de América Latina, la Organización de Estados Americanos (OEA) yartistas como la colombiana Shakira, el puertorriqueño Ricky Martin o la mexicano-estadounidense Linda Ronstad.
El Gobierno del presidente Barack Obama, quien calificó la ley de Arizona como "equivocada", examina la medida para determinar si es anticonstitucional y si debe ser rebatida en los tribunales.
Las demandas judiciales de organizaciones civiles y religiosas se unieron a campañas de información y solidaridad en el estado y de recogida de firmas para frenar la ley mediante un referéndum.
La oleada de protestas incluso consiguió que legisladores del Congreso de Arizona aprobaran este jueves modificaciones a la ley para especificar la prohibición de la raza como factor para identificar a inmigrantes ilegales por parte de policías.
Pero ni la polémica abierta con esta ley ni la urgencia e insistencia de grupos pro inmigrantes, consigue que la reforma migratoria entre en la agenda política de republicanos y demócratas, que esquivan este espinoso tema ante la cercanía de las elecciones legislativas de noviembre.
Muchos de ellos, no obstante, comienzan a tomar posiciones. La primera reacción vino de la mano de senadores demócratas, que ayer publicaron una "propuesta marco" que antepone la seguridad fronteriza a la legalización de los inmigrantes indocumentados, para convencer a republicanos a que se sumen al esfuerzo.
Entretanto, protestas diarias frente al Capitolio de Arizona, mensajes para impulsar un boicot económico y turístico contra este estado de la frontera con México y manifestaciones frente al Congreso en Washington son sólo el preámbulo de las esperadas protestas "masivas" de mañana.

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